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LIBRO:

MATEO 1,1-17: GENEALOGÍA DE JESÚ



ESTUDIO BÍBLICO
MATEO 1,1-17
GENEALOGÍA DE JESÚS

El Evangelio de la Infancia no formaba parte de la predicación apostólica primitiva. Los apóstoles proclamaban ante todo la resurrección de Jesús, ligada estrechamente a su pasión y muerte. Testigos de su vida pública, los apóstoles contaban los hechos y las palabras del Maestro a partir del bautismo de Juan hasta la ascensión. Fue solamente en tiempos posteriores cuando las iglesias quisieron conocer más de Jesús, sobre todo de su infancia (cf. Mt 1–2; Lc 1–2).

El Evangelio de la Infancia pertenece, por lo mismo, a los estratos más tardíos del evangelio de Mateo (redactado definitivamente hacia el año 80 d. C.) y supone, por consiguiente, una reflexión teológica muy profunda y más desarrollada, que ha utilizado una hermenéutica deráshica, esto es, de actualización de textos anti.

El Evangelio de la Infancia, tal como lo ofrece el texto canónico de Mateo, se abre con la genealogía de Jesu-Cristo (1,1-17), seguida de cinco cuadros, cada uno explicado y justificado por un texto de las Escrituras Sagradas. Se trata de un contexto artificial, pero profundamente teológico.

1. Genealogía de Jesús Mesías (1,1-17).
2. Concepción virginal de Jesús y misión de José (1,18-25).
3. Magos del Oriente adoran a Jesús (2,1-12).
4.Huida a Egipto (2,13-15).
5. Muerte de los niños de Belén (2,16-18).
6. Jesús de Nazaret (2,19-23).

1. GENEALOGÍA DE JESÚS MESÍAS (1,1-17)

Las genealogías en la Biblia

En el mundo de la Biblia, las genealogías tenían una importancia particular.

Hay genealogías de tipo colectivo

Gn 10 presenta, bajo la forma de un cuadro genealógico, un conjunto de pueblos descendientes de Noé por Sem, Cam y Jafet. Gn 22,20-24 ofrece una lista de doce tribus arameas, vinculadas a los doce hijos de Najor. Gn 25,1-4 da la genealogía de los pueblos nacidos de Abrahán. Gn 36 contiene tablas de genealogías diferentes.

Hay también genealogías de tipo individual

Éstas sirven para presentar solemne y legalmente a un personaje. Gn 5,1-32 prepara el nacimiento de Noé. Gn 11,10-32 introduce al patriarca Abrahán. Éx 6,14-27 da los orígenes de Moisés y de Aarón. Rut 4,18-22 cierra el libro describiendo la genealogía de David.

Genealogía sacerdotal

Esdras 2,61-63 propone un caso interesante. Los hijos de Barzilay fueron excluidos del sacerdocio porque no figuraban en los registros genealógicos. Las genealogías bíblicas pertenecen, sobre todo, a la época postexílica.

Teniendo, pues, en cuenta el valor de las genealogías, es claro que Mateo, al ofrecernos, al principio de su evangelio, la genealogía de Jesús, quiere afirmar algo capital. Esto es lo que hace al escribir sintética y solemnemente en el v. 1: "Libro del origen de Jesús Mesías, hijo de David, hijo de Abrahán".

Genealogía de Jesús en Mateo

1. Estructura literaria y mensaje teológico

La genealogía de Jesús en el evangelio de Mateo presenta una estructura literaria fuertemente elaborada.

a) Una introducción anuncia el tema y presenta la finalidad: v.1.

b) Viene luego la genealogía propiamente dicha, dividida en tres partes que forman un tríptico homogéneo: vv. 2-16.

c) Una conclusión sintetiza el contenido: v. 17.

Esta genealogía engloba toda la historia de la salvación desde Abrahán hasta Jesús. Tanto Abrahán como Jesús son personajes integrantes de las 42 generaciones. Abrahán es el primer personaje, y Jesús el último. En esta forma, resulta un conjunto perfecto de 1 + 40 + 1.

A) 1. Libro del origen de Jesús-Mesías (Jesu-Cristo) hijo de David, hijo de Abrahán.

B) I. 2. Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos,

3. Judá engendró a Fares y a Zara de Tamar, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram,

4. Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naason, Naason engendró a Salmón,

5. Salmón engendró a Bóes de Rajab, Bóes engendró a Jobed de Rut, Jobed engendró a Jessai,

6a. Jessai engendró al rey David.

II. 6b. David engendró a Salomón, de la mujer de Urías,

7. Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf.

8. Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías.

9. Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Ajaz, Ajaz engendró a Ezequías,

10. Ezequías engendró a Manassés, Manassés engendró a Amón, Amón engendró a Josías,

11. Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación de Babilonia.

III. 12. Después de la deportación de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel,

13. Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor,

14. Azor engendró a Sadok, Sadok engendró a Ajim, Ajim engendró a Eliud,

15. Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob,

16. Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Mesías (Cristo).

C) 17. Así pues, todas las generaciones desde Abrahán hasta David: catorce generaciones; y desde David hasta la deportación a Babilonia: catorce generaciones; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías: catorce generaciones.

Reflexión general

Las primeras palabras del evangelio: “Libro del origen (génesis)”, sirven para introducir una genealogía de los antepasados de Jesús; pero, al escoger el término “génesis” –con el que se designa en griego el primer libro de la Escritura–, Mateo quiere tal vez presentar el origen de Jesús y su vida como una nueva creación, más importante que la antigua.

Enseguida, Mateo pone en juego toda una simetría matemática que necesariamente es portadora de intenciones teológicas. Juega con el número tres (tres series de generaciones), con el número siete duplicado (catorce generaciones en cada serie) y con el número cuarenta (3 + 4 + 3 x 4). Tres, siete y cuarenta son números perfectos por diferentes motivos. El simbolismo salta a la vista. La lista comprende patriarcas, reyes e incluso personajes desconocidos.

El evangelista, al constituir la genealogía de manera tan redonda y absoluta, quiere enseñar que Jesús es el Hijo por excelencia del patriarca Abrahán y el personaje en quien se realizan las promesas mesiánicas; en una palabra, que Jesús, hijo de Abrahán, hijo de David, es el Mesías prometido en las Escrituras (cf. Gn 12,3; 49,10; 2 Sm 7,14; Is 7,14; Ez 34,23-24; Eclo 44,21; Hch 3,25; Gál 3,8; Rom 1,3; 9,5).

2. Análisis de las series de generaciones

Primera serie: de Abrahán a David (vv. 2-6a)
a) Para formar su primer cuadro, el redactor de Mateo ha utilizado como fuentes las genealogías que se encuentran en 1 Cr 1,34; 2,1-15; Rut 4,18-22.

b) Al hablar de Jacob, se dice que engendró a Judá y a sus hermanos. Con esto, el evangelista quiere subrayar que, si bien los doce hermanos son hijos del mismo padre, Jacob (cuyo primogénito fue Rubén), y participan, en cierta manera, de la misma gracia, sin embargo Judá es el elegido para progenitor del Mesías.

c) El evangelista menciona tres mujeres no israelitas: Tamar, Rajab y Rut. Las menciona no ciertamente por una conducta criticable, sino porque fueron mujeres que providencialmente, aunque no según los cánones ordinarios y con ciertas irregularidades, entraron en la realización de los planes salvíficos como instrumentos de Dios en la continuidad de la línea mesiánica.

– Gracias a Tamar, Judá pudo continuar su descendencia (Gn 38,1-30).

– Gracias a Rajab, los enviados de Josué pudieron preparar la conquista de Jericó y, con ella, la de la Tierra Prometida (Jos 2,1-21).

– Gracias a Rut, quedó asegurada la línea que daría origen al rey David (Rut 4,18-22).

c) El autor ha querido terminar la primera serie con David, figura central en la historia de salvación. Con él nace el mesianismo (2 Sm 7,1-16).

Segunda serie: de Salomón a Jeconías (vv. 6b-11)
a) La fuente testamentaria de esta serie genealógica es 1 Cr 3,1-16.

b) Veinte fueron los reyes de Jerusalén desde Salomón hasta Sedecías, el último monarca de Judá. Pero Mateo se ha prefijado la cifra teológica de catorce y tendrá que sacrificar seis nombres. ¿A quiénes eliminar? Elimina primero a Ocozías, Joas y Amasías, y luego a tres hijos de Josías: Joacaz, Yoyaquim y Sedecías, nombrando únicamente a Jeconías (Joiaquim), hijo de Yoyaquim. Haciendo estas supresiones, Mateo conserva su cifra simbólica y no rompe sustancialmente la línea directa de sucesores davídicos.

c) El autor alude de paso a Betsabé, la mujer de Urías, el hitita. Esta cuarta mujer es incluida no por su pecado con David, sino porque de ella nació Salomón, el primer heredero de la dinastía davídica y poseedor de las promesas mesiánicas. Lo que une a Tamar, Rahab, Rut y Betsabé es su entrada extraordinaria e inesperada en la línea dinástica de Judá. Ellas preparan el papel de María en el nacimiento de Jesús.

d) La segunda serie comprende los reyes de Judá hasta el término de la monarquía, cuando la deportación a Babilonia; esto es, la época del mesianismo monárquico. Una vez desaparecida la monarquía física, las promesas mesiánicas se espiritualizaron y surgió poco a poco la esperanza de un mesianismo más individual, de un Mesías hijo de David, liberador del pueblo.

Tercera serie: de Salatiel a Jesús (vv. 12-16)
a) Para esta última serie de la genealogía, Mateo se ha servido de documentos que no conocemos.

b) Hay que notar que, para integrar la tercera serie de catorce, no sólo cuenta José, sino que también María y Jesús entran como personajes integrantes. Esto es importante, sobre todo tratándose de María. En el caso de las cuatro mujeres arriba mencionadas, no contaban como eslabones independientes de sus maridos. En cambio, María cuenta además de José.

c) El versículo 16 es de importancia capital:

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Mesías (Cristo).
> El verbo “engendró” se ha empleado como estribillo hasta 39 veces, y al llegar a José hay un cambio radical. De José no se predica el “engendró”, pero se subraya que fue “el esposo de María”. Y enseguida, un verbo en voz pasiva dice que de María “nació” Jesús.

Por tanto, este texto –sobre todo en oposición a los personajes anteriores– afirma discretamente que José no intervino en la concepción de Jesús y que, por consiguiente, ésta fue una concepción virginal.

Esta afirmación, discreta aquí, será proclamada claramente en el siguiente relato (1,18-25). Además, en la forma pasiva “fue engendrado” o “nació” se esconde un sujeto activo que será descubierto en el v. 18.

El texto griego del v. 16 que hemos seguido está apoyado por los grandes manuscritos unciales S, B, C; numerosos manuscritos minúsculos, versiones antiguas siriaca, copta, armenia, latina, vulgata; por Eusebio, Jerónimo. Otras variantes pueden verse en el aparato crítico de Kurt Aland – Matthew Black – Carlo M. Martini – Bruce M. Metzger – Allen Wikgren (eds.), The Greek New Testament, United Bible Societies, Stuttgart 1968, p. 2.

Conclusión

El “libro del origen de Jesús Mesías” (Mt 1,1-17) tiene por finalidad responder a esta pregunta: “¿Quién es Jesús?”. Pues bien, este “libro del origen” ha probado que Jesús es hijo de David y de Abrahán, según la Ley, y que, por lo tanto, tiene los requisitos legales para gozar de los derechos de herencia. Además, ha mostrado que Jesús es hijo directo de los “reyes” davídicos y, por tanto, goza de derechos mesiánicos. Más aún, ha probado que Jesús es el Hijo por excelencia, el término final de la más perfecta genealogía, y, como tal, es el Mesías de las Escrituras, en quien se van a cumplir las promesas de Dios a Abrahán y a David (Gn 12,3; 2 Sm 7,12-16; Is 55,3).

Sin embargo, la última frase: “José, el esposo de María, de la cual nació Jesús”, suscita otra pregunta: si Jesús no fue engendrado por José, ¿cómo pudo nacer de María? A esta pregunta dará respuesta el siguiente relato.