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LIBRO:

Mt 4,12-17. PRINCIPIO DEL MINISTERIO DE JESÚS EN GALILEA



PRINCIPIO DEL MINISTERIO DE JESÚS EN GALILEA (Mt 4,12-17)

12 Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.

13 Y dejando Nazaret, vino a residir a Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí,

14 para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:

15 “¡Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles!

16 El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido”.

17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir:
“Convertíos, porque el Reino de los Cielos está cerca”.

1. De Judea a Cafarnaún (vv. 12-13)

Jesús se encuentra en la región de Judea (Jn 3,22-24). Cuando sabe que Juan ha sido entregado, o puesto en prisión, se retira a Galilea. El verbo “ser entregado” será empleado también a propósito de Jesús (17,22; 26,2). La forma pasiva sugiere que, aunque las causas humanas entran en acción, ya sea Herodes o el Sanedrín, sin embargo es Dios quien conduce la historia, y el misterioso destino de Juan y de Jesús está en las manos de Dios, que tienen un valor salvífico. Por otra parte, Jesús interpreta el aprisionamiento de Juan como un signo de Dios que le indica comenzar su misión. Y vuelve a Galilea.

Deja su pueblo, Nazaret, y fija su residencia en Cafarnaún, ciudad cosmopolita, más a propósito para iniciar su ministerio, a orillas del lago Tiberíades y de la Vía Maris. Además, Cafarnaún estaba más lejos de las influencias de Herodes, que residía en Séforis, a cinco kilómetros de Nazaret. Mateo considera el cambio de residencia de Jesús como el cumplimiento de una profecía (Is 8,23).

2. Tierra de Zabulón y de Neftalí... (vv. 14-16)

Zabulón y Neftalí formaban parte del territorio invadido por los asirios en 734. Isaías les había prometido que un día verían la luz. En la perspectiva del evangelista, esa profecía va a ser realizada por Jesús (Is 8,23-9,1). Él será la Luz y la Vida para esas regiones que viven en tinieblas y en sombras de muerte. Mateo agrega tres lugares geográficos más: el Camino del Mar, Transjordania y la Galilea de los gentiles. En estas regiones habitaban muchos paganos y se hablaba el arameo y el griego. Por estas menciones, Mateo quiere ir manifestando que el Evangelio estará abierto también para los gentiles. Galilea, marginada y despreciada por su contacto con los gentiles, se ha convertido en la cuna privilegiada de la proclamación del Reino de Dios.

3. “¡Convertíos, porque el Reino de los Cielos está cerca!”

A partir de entonces, Jesús inaugura solemnemente su ministerio, llamando a la conversión, porque el Reino de Dios está a la puerta. “El Reino de los Cielos” o “el Reino de Dios” es el mensaje central de Jesús y, junto con la resurrección, la base y objeto de la esperanza cristiana. “Si en el AT el Reino de Dios es un tema bien atestiguado, presente sobre todo en los salmos, en los evangelios sinópticos pasa a ser un tema absolutamente capital, pues se encuentra en la base de la predicación profética de Jesús, de su misión mesiánica, de su muerte y de su resurrección”.

Derivado de la visión nocturna de Daniel (Dn 7,13-14), el Reino de Dios representa la salvación futura de toda la humanidad, social, política y espiritual, mediante el ejercicio de la soberanía de Dios, que establece la justicia y la paz en la tierra y en el cielo (Mt 6,33; Rom 14,17). El hijo del hombre de Dn 7,13-14 es identificado por el evangelio con Jesús que retorna glorioso (Mt 26,64). Con Jesús ha comenzado ya esa venida del Reinado de Dios, que llegará a su plenitud en la parusía. La venida del Reino será también el tema de la predicación de los discípulos (10,7) y de la Iglesia (Hch 8,12; 14,22; 19,8; 28,23.31).